El altar para Tucha, la abuela paterna de Marta, nos hizo mucha ilusión hacerlo, porque es el primero dedicado a una mujer y qué mujer. Tucha era feminista, era del rural, tenía una memoria privilegiada, amaba a los árboles y sus frutos, vivía con el horario de las gallinas, le encantaba el café, el pan, la rosca, y tenía sus ideas muy claras. Tuvo una relación muy especial con su hijo Manolo y con su hermano José. Tucha era coherente, radical y buena persona.
Le pusimos: Ramitas de árbol, flores de la huerta y huevos de gallina de casa.
Como su horario vital se regía por el de los gallos y gallinas que ella cuidaba, colocamos un gallito de cristal.
Le encantaba el café, el pan y la rosca.
Las flores y el papel picado del altar los hicimos nosotros.
Aquí más sobre su vida.
Altar para Tucha (Antonia Rodríguez Carracedo)
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